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CUATRO RETOS PARA LA FELICIDAD
ALEX LOBO
Una de las preguntas que recibo con mucha frecuencia en mi experiencia trabajando con personas y familias en Desarrollo Humano y mejoramiento personal es ¿cuáles son las razones por las que una persona no puede ser feliz?
¿Por qué no podemos ser felices? ¿Por qué este concepto de felicidad nos queda tan lejos y nos cuesta tanto trabajo aprehenderlo, tenerlo y disfrutarlo?
Existen cuatro razones específicas que hay que superar o enfrentar, cuatro retos en la vida del ser humano sobre los que sería interesante reflexionar para darnos cuenta si no estamos atorados en alguno de ellos.
1) Miedo: Una de las fuerzas más grandes que va en contra del desarrollo del ser humano y de su felicidad es el miedo. El miedo se manifiesta de diferentes maneras que yo resumo en 4 tipos:
· Miedo a no obtener algo que deseo: a que no tenga el resultado de lo que estoy buscando. Es temer al fracaso, a fallar, a equivocarme. Y este miedo nos paraliza. Nos hace mantenernos en la zona de confort.
· Miedo a perder algo que ya tengo. El cambio que quiero hacer va en relación a una pérdida y va a implicar que pierda algo. Es temor a perder seguridad, confort, estatus quo etc.
· Miedo al proceso, miedo a no saber las decisiones que voy a tener que tomar en el camino y lo que implica tomarlas. Es miedo al esfuerzo, al trabajo, a estar en situaciones vulnerables y de poca garantía de saber que voy alcanzar mis metas como las quiero alcanzar.
· Miedo a perder la identidad, cambiar esa perspectiva sobre nosotros mismos es muy amenazante. ¿Quién soy?
¿Quién he sido? ¿Podría dejar de ser quien soy?
2 ) Falta de metodologías: Ausencia de fórmulas o ingredientes.
No saber cómo...
¿Cómo hablar de mis problemas?
¿Cómo puedo reconocer lo que estoy viviendo?
¿Cómo hablar de mis sentimientos y de mis emociones?
Muchas personas quieren cambiar su vida pero no saben por dónde empezar.
¿Cómo le hago para limpiar todo? Resentimiento, culpa, abusos, heridas, cosas que pudieron pasar en la infancia, adolescencia, situaciones que me hicieron daño y me lastimaron. En su momento las pude ocultar, pero ahora en mi edad adulta me rebasan. No me permiten relacionarme de una manera sana, plena, satisfecha.
Uno de los indicadores de la infelicidad es mi falta de habilidad para relacionarme con el otro de una manera honesta y poder establecer relaciones íntimas y genuinas.
Me refiero a relaciones íntimas del corazón. Que las personas sepan quien soy y que yo me atreva a ser quien soy enfrente de quien sea.
Existe mucha información de donde podemos obtener toda esta metodología: libros, terapeutas, internet, etcétera. Lo interesante ahora es saber cuál metodología es la ideal o la idónea para cada uno de nosotros. Cada quien es responsable de establecer la búsqueda y de su crecimiento. Es necesario elegir una metodología efectiva que se adapte a tus necesidades y que haga click contigo mismo, con tu personalidad, actitud, carácter y de acuerdo a eso podrás encontrar tu propio camino.
“Para ser felices no es suficiente con querer, hay que saber cómo”.
3) La falta de disciplina y la falta de consistencia en un proceso de auto desarrollo y de gobernabilidad: Es decir, la falta de disciplina o tiempo que le pongo a mi vida para desarrollar las competencias y habilidades necesarias para dominar mis pensamientos, mis sentimientos y mis acciones.
¿Cómo le hago para pensar mejor?
Tendría que invertirle en cuestionar mis creencias, adecuar nuevas creencias, lo cual implica tiempo y trabajo.
Dominar un tema es resultado de entrenamiento, disciplina, trabajo arduo y diario, de ensayo y error.
Para dominar tu vida necesitas meterle disciplina. ¿Cómo controlar tus emociones? Cuando a veces ni siquiera sabes como nombrarlas. No sabes cuáles son tus disparadores: las cosas que te hacen perder la calma, las situaciones que te hacen perder tu centro, tener miedo, angustia, enojo o cualquier tipo de emoción. Ante esa ignorancia, es poco lo que se puede hacer con tan solo la intención. Se requiere de mucho trabajo, insistencia y consistencia.
Finalmente saber y aprehender cómo puedo cambiar esas acciones que no me hacen feliz, la manera de hacer las cosas.
La mente está diseñada para que siempre hagamos las cosas cómodas y seamos autómatas. Debemos hacer un acto consciente de disciplina y de atención de nuestras reacciones comunes a situaciones específicas.
“LA FELICIDAD ES UN HÁBITO DE VIDA”
La felicidad es un estilo de vida, es una manera de vivir. Se tiene que desarrollar el hábito, para ello se requiere la disciplina, el trabajo y la atención.
4) Falta de madurez: La felicidad es el resultado de la madurez del individuo. ¿Qué es esto de la madurez?
No tiene que ver con la edad, ni tampoco biológicamente qué tan listo éstas, o en qué momento de tu vida.
La personalidad madura tiene que ver con una serie de competencias, de rasgos o características que la persona va desarrollando de manera consciente a lo largo de su vida para tomar mejores decisiones, ser más justo, más amoroso, más noble, más bueno. En términos generales ser una mejor persona.
Esa es la felicidad y esta también es la plenitud. El hecho de saberte una persona útil, eficaz, un ser humano leal, con valores, congruente, deseable, amable. Todas estas características son rasgos de la personalidad madura que van desde elementos muy sencillos del auto control, el auto gobierno, el poder posponer la propia satisfacción, el poder decir no a ciertas circunstancias y ser asertivo.
El tener la inteligencia de poder manejar mis deseos y mis pasiones y no dejarme gobernar por ellas. A través de la inteligencia y el uso de mi voluntad poder tomar mejores decisiones.
Es ser objetivo, poder ver la realidad y la verdad de la vida con objetividad.
Gobernar tus emociones, tener una inteligencia emocional y no dejarte ir con las sensaciones o emociones que experimentas.
La falta de madurez es uno de los grandes obstáculos de la falta de plenitud. Muchas personas que son infelices lo son porque la vida no es cómo quieren que sea. Las cosas no son como nos dijeron que eran, las personas no son como nos dicen ser y no eres cómo crees que eres.
La vida es como es, las personas son como son y tu eres como lo eres. Y como es, está bien, está perfecto. La aceptación de uno mismo es una característica de la personalidad madura. Es decir, me siento bien conmigo, con quien soy, soy suficiente.
Hago lo que quiero hacer, hago lo que puedo hacer. Estoy bien con mi cuerpo, con mi peso, con mi color de piel, con mi situación, con mi estatus económico y social.
Estoy de acuerdo conmigo, con mi destino y con lo que me tocó vivir.
Esa aceptación no tiene nada con mediocridad y ni con no tener ambición de algo superior o no querer cambiar. La única forma de cambiar tu realidad es aceptándola. Si no aceptas lo que tienes hoy, no vas a poder recibir lo que venga mañana.
“Si no eres capaz de ser feliz con lo que tienes hoy, no vas a ser feliz con lo que no tienes.”
Porque la felicidad no tiene que ver con lo que tienes o no, tiene que ver con quien eres y que es lo que haces.
PREGUNTAS REFLEXIVAS:
o ¿Qué vas hacer al respecto?
o ¿Cómo puedes superar tus miedos?
o ¿Cómo puedes establecer una rutina en la cual puedas cuidarte, atenderte y darte el tiempo que necesitas para poder sanar cosas que sucedieron en tu pasado?
o ¿Qué vas hacer para obtener las metodologías adecuadas y tener un proceso de recuperación o de un despertar espiritual de conciencia?
o ¿Cómo estás en tu proceso de maduración?
“ ACTUA, PIENSA, SIENTE DESDE EL AMOR”
Gracias por tus comenatrios..